A veces, la vida intenta hacerse la justa y te enseña su lado dulce mientras te saca las uñas por detrás...
Otras veces, parece que la vida empieza a ser justa, aunque se empeñe en negarte su lado dulce...
A veces, la vida es como un bebé a quien hay que ir poniendo o quitando capas de ropa, según el momento, aunque realmente no tenga ni frío, ni calor...
La vida es como la luna. Unas veces se esconde completamente, y otras se muestra entera y resplandeciente como si nunca hubiese roto un plato.Te pide que la entiendas, te habla de jirafas y sus teorías, te maneja a su antojo y te mira con ojitos de niña buena (sabe que a esos ojitos no puedes resistirte...)
Pero jamás, jamás menciona su lado oscuro. Que quizás sea interesante, pero es oscuro al fin y al cabo... oscuro.. oculto... negro...
La vida también tiene miedo, y se equivoca continuamente. La vida también se esconde, porque sigue pensando que mostrarse la hace débil. Y desde su escondite de madera pasada, todavía se equivoca más, y piensa peor, y tiene más miedo y muestra menos... y se pierde más...
viernes, 22 de junio de 2007
viernes, 15 de junio de 2007
Frustración
Frustración. Deseo partirme en un millón de trozos tan tan pequeños que ninguno sea capaz de guardar un ápice de conciencia, de pensamiento... Desparecer, evaporarme en la nada más vacía y carente absoluta de excepciones.
Estoy cansada de caminar tambaleante sobre agujas afiladas, único punto de apoyo, que emergen de un mar de lava hirviendo, tan tan caliente que derrite cualquier escudo, no hay barrera que se resista... Nada sirve.
Cuando la aceleración de la soledad se transforma en gravedad, el declive se convierte en ley, y te arrastra impertérrito, como un plomo cabrón, hacia abajo. No hay alternativa.Dos opciones que son la misma y no son ninguna. Las agujas se clavan y la lava me llama. Y las lágrimas incandescentes gritan de dolor, en el intervalo sobrio y ausente de psicotrópico hormonal, mientras te perforan más y más dibujando enormes vacíos en el mayor vacío que es el todo de la vida sin nada.
Estoy cansada de caminar tambaleante sobre agujas afiladas, único punto de apoyo, que emergen de un mar de lava hirviendo, tan tan caliente que derrite cualquier escudo, no hay barrera que se resista... Nada sirve.
Cuando la aceleración de la soledad se transforma en gravedad, el declive se convierte en ley, y te arrastra impertérrito, como un plomo cabrón, hacia abajo. No hay alternativa.Dos opciones que son la misma y no son ninguna. Las agujas se clavan y la lava me llama. Y las lágrimas incandescentes gritan de dolor, en el intervalo sobrio y ausente de psicotrópico hormonal, mientras te perforan más y más dibujando enormes vacíos en el mayor vacío que es el todo de la vida sin nada.
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