domingo, 30 de septiembre de 2007

Palabras que no se entienden

No es fácil tener algo que decir... pero podemos hablar sin darnos cuenta, desde una profundidad que nos desconcierta o simplemente desde la confianza casual que nace a partir de pocos momentos. Pocos momentos relativos, porque uno detrás de otro, en fila india, podrían alcanzar incluso varios kilómetros de tiempo...

No es fácil tener algo que decir, y sin embargo se dice, y va surgiendo como una fuente subterránea que sale de la roca más dura del camino.

Pero cuando intentas explicarlo... las palabras huyen cobardes y te abandonan. Quizás sea porque los por qués asustan... y es más fácil esconder la cabeza, aún corriendo el riesgo de acostumbrarse y hacerlo siempre por simple inercia, incluso cuando no quieres...

Así que simplemente es eso, sin más, ni menos tampoco. Consolidación.

La gente entra y sale constantemente. Normalmente ni te das cuenta, no han rascado nada en la plantilla de tu vida. Muchas veces entran, salen y te acuerdas... pero tampoco pasa nada, no te han sacado demasiadas palabras... Otras veces entran y dices: “¡ostras!”, y claro... ya no quieres que pasen de largo.

jueves, 13 de septiembre de 2007

Pasos...

Porque los pasos son lo primero q enseñas, o lo primero que escondes. Porque los pasos te llevan, te traen y sobre todo te acompañan. Porque los pasos siempre te delatan y te sorprenden. Porque son reversibles y sinceros. Porque nunca se acaban ni te abandonan. Porque son y están.

Por eso me gustan los pasos, sí, los miro y me gustan.

Me gustan esos pasos que son como columnas articuladas capaces de soportar cualquier peso, más por su arquitectura que por su tamaño... Esos que le dan un puntapié tras otro a la vida. Esos pasos seguros que miran hacia delante, incluso cuando lo que hacen es deshacer el camino. Esos que muestran rodillas y punta, resueltos, que dan tacón y acaban arrastrando primero muslo y cuerpo después. Esos que son largos y elegantes. Decididos aunque no sepan hacia dónde van. Acompasados, coordinados, rítmicos...

Sentarme en un banco a leer y mirar a través del libro para verlos. Seguirlos con la mirada en silencio y chillar con la mente para alcanzarlos. Descubrir secretos.

Me gustan los pasos. Los miro y me gustan.

Aunque a veces parezca que sólo miro al suelo, nunca agacho la cabeza ni escondo la mirada bajo el ala, simplemente miro pasos...