No es fácil tener algo que decir... pero podemos hablar sin darnos cuenta, desde una profundidad que nos desconcierta o simplemente desde la confianza casual que nace a partir de pocos momentos. Pocos momentos relativos, porque uno detrás de otro, en fila india, podrían alcanzar incluso varios kilómetros de tiempo...
No es fácil tener algo que decir, y sin embargo se dice, y va surgiendo como una fuente subterránea que sale de la roca más dura del camino.
Pero cuando intentas explicarlo... las palabras huyen cobardes y te abandonan. Quizás sea porque los por qués asustan... y es más fácil esconder la cabeza, aún corriendo el riesgo de acostumbrarse y hacerlo siempre por simple inercia, incluso cuando no quieres...
Así que simplemente es eso, sin más, ni menos tampoco. Consolidación.
La gente entra y sale constantemente. Normalmente ni te das cuenta, no han rascado nada en la plantilla de tu vida. Muchas veces entran, salen y te acuerdas... pero tampoco pasa nada, no te han sacado demasiadas palabras... Otras veces entran y dices: “¡ostras!”, y claro... ya no quieres que pasen de largo.
domingo, 30 de septiembre de 2007
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2 comentarios:
te he sacada pocas palabras, pero todas me parecieron muy interesantes...
jajaja, por eso hablo tan poco... no vaya a ser que me descubran... ;)
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