¿Realmente una persona es responsable de su propia felicidad? ¿Hasta qué punto puede ser cierto? ¿Dónde está el “pero”? ¿Es bidireccional el pensamiento?
No puedes hacer a nadie responsable de tu propia felicidad, me lo he dicho mil veces, y mil veces me lo he acabado creyendo... Me lo he creído mientras lo sujetaba con pinzas de ceniza en una tarde de viento...
Es inevitable realmente, somos seres dependientes. La sociedad nos ha construido así, y la genética, las conexiones neuronales, los impulsos eléctricos y los neurotransmisores han puesto su granito de arena...
Es una cadena tremendamente difícil de ensamblar, y contrariamente fácil de destruir. Es como construir una torre con fichas de dominó o un palacio con cartas de póquer. Los vas construyendo poquito a poco, muy despacio, con sumo cuidado, con mimo, con cariño y con la máxima perfección posible... y se caen de un plumazo a la mínima contrariedad... un roce, un suspiro, una puerta mal cerrada o una ventana mal abierta.
No depende tanto de lo que me dan, como de lo que puedo, o no, dar.
Puedo construir un muro opaco a mi alrededor, forrarlo con cristal de espejo, transformarlo en red elástica y aparentar la frialdad irrompible del hielo más alto de la montaña con más chulería playil del continente..
Puedo intentar esconderme tras de mí y enterrar a cien metros de profundidad mis de por sí cobardes habilidades sociales..
Y ni así podría evitar tener una felicidad completamente dependiente, ni quisiera tampoco.
Nadie puede pedirme que sea feliz cuando veo como alguien a quien quiero se desvive por ocultar el impulso del llanto prohibido, y vive cabizbajo, triste y con la ilusión escondida en un cajón oscuro...
Quisiera que “Estar” fuera suficiente, porque creo que no sé hacer mucho más... Y me rompo al pensarlo...
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5 comentarios:
yo creo que tú sabes hacer mucho más que estar, aunque ni siquiera tú lo sepas...
lástima de 1000 kilómetros¡¡¡
A mi me gusta la soledad, aunque llevo siete años emparejá. Creo que tenemos y DEBEMOS bastarnos a nosotras mismas. Nuestro bienestar físico y espiritual no puede depender de terceras "personas". Estas, en las que me incluyo siempre nos defraudan en algo
-Ummmmmm... sep, también sé hacer pajaritas de papel... :)
Pero gracias... (intentaré poner más atención :D )
-Más bien yo diría que nuestro bienestar no debe depender de terceras personas,pero...
Además, el factor limitante es más bien el binestar de esas terceras personas (que yo llamaría segundas, o mejor primeras por su proximidad...), más que el nuestro propio
Por cierto... bienvenida :)
uhmmm, ¿sabes hacer pajaritas de papel? ¿habilidosa con las manos?
¡interesante¡
jajaja, te sorprenderías... ;)
(PD. hablando de papeles, eh.. jeje)
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