La joya de la corona... Si no fuese raro, no me gustaría tanto...
sábado, 23 de enero de 2010
jueves, 14 de enero de 2010
Aburrimiento o estrés
En ocasiones, las horas pasan lentas como gusanos perdidos en el espacio. Parecen indecisas, temerosas, dan un paso adelante y dos atrás.
En ocasiones las horas te toman el pelo y te ahogan en un mar de tiriteos inútiles. Quieren moverse, pero no pueden.
Hay alguien que pasa sus horas programando las tuyas. Ese alguien las programa con nombre de lugar. Y dicen, que los lugares no se pueden mezclar...
Hay lugares que con un vistazo ya sabes que sólo te van a dar horas vacías, y lugares en los que las horas pierden su sentido cuando miras a lo lejos y no ves más que horizonte.
¿Qué ocurre entonces cuando quien programa las horas y tú miráis en la misma dirección y veis lugares distintos?
Un día aburrimiento y al siguiente estrés...
Por fortuna, el lugar de quien programa las horas y mi lugar se cruzan sólo entre 8 y 10 horas los días laborables... Intentaremos que no aprenda el truco y, que no encuentre ninguna puerta, ventana o rendija a mi mundo el resto del tiempo.
En ocasiones las horas te toman el pelo y te ahogan en un mar de tiriteos inútiles. Quieren moverse, pero no pueden.
Hay alguien que pasa sus horas programando las tuyas. Ese alguien las programa con nombre de lugar. Y dicen, que los lugares no se pueden mezclar...
Hay lugares que con un vistazo ya sabes que sólo te van a dar horas vacías, y lugares en los que las horas pierden su sentido cuando miras a lo lejos y no ves más que horizonte.
¿Qué ocurre entonces cuando quien programa las horas y tú miráis en la misma dirección y veis lugares distintos?
Un día aburrimiento y al siguiente estrés...
Por fortuna, el lugar de quien programa las horas y mi lugar se cruzan sólo entre 8 y 10 horas los días laborables... Intentaremos que no aprenda el truco y, que no encuentre ninguna puerta, ventana o rendija a mi mundo el resto del tiempo.
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