Frustración. Deseo partirme en un millón de trozos tan tan pequeños que ninguno sea capaz de guardar un ápice de conciencia, de pensamiento... Desparecer, evaporarme en la nada más vacía y carente absoluta de excepciones.
Estoy cansada de caminar tambaleante sobre agujas afiladas, único punto de apoyo, que emergen de un mar de lava hirviendo, tan tan caliente que derrite cualquier escudo, no hay barrera que se resista... Nada sirve.
Cuando la aceleración de la soledad se transforma en gravedad, el declive se convierte en ley, y te arrastra impertérrito, como un plomo cabrón, hacia abajo. No hay alternativa.Dos opciones que son la misma y no son ninguna. Las agujas se clavan y la lava me llama. Y las lágrimas incandescentes gritan de dolor, en el intervalo sobrio y ausente de psicotrópico hormonal, mientras te perforan más y más dibujando enormes vacíos en el mayor vacío que es el todo de la vida sin nada.
viernes, 15 de junio de 2007
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6 comentarios:
Ya sabes todo es simplemente bioquimica...
cierto... es que la bioquímica... es la llave de la sabiduría.. jeje
Por si sirviera de algo, yo te mando un abrazillo...
jaja...veo que ere muy sabía...por qué las mujeres sabias siempre me pillan tan lejos...no es justo¡¡¡
-labrujamala, gracias :P siempre sirven..
-pachus, es que ese es un género que sólo está por Barcelona... y claro, es como decir "por qué los americanos siempre me pillan tan lejos?" jeje. Es broma, eh :)
jaja , me encanta tu sentido del humor...jajajajaa
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