Nos hemos mudado, un pequeño salto desde un taller oscuro a un despacho pequeño. Tengo una ventana como compañía (y más gente…) y un gran jardín verde con topos marrones al otro lado del cristal. Tiene pinos viejos más o menos ordenados, y varias reuniones de pajarillos negros, debe ser su hora del té. Forman grupos que junto a los pinos y a los claros marrones deben dar un aspecto curioso al jardín visto desde el cielo… Parecen ocupados… Brincan de un lado a otro, a destiempo, primero unos y después otros. Los más valientes trepan por los árboles. La mayoría sólo vuela si no tienen otro remedio…
Hoy miro desde mi lado del cristal, con mi grupo que también salta y trepa, pero sólo porque no pueden volar… y me siento en una jaula. Tengo más, pero no suficiente… Dar no provoca conformismo. Creo que a esto lo llaman evolución.
Si eres un punto azul en el océano y no te dan una ventana con un grano de arena marrón al otro lado, no pedirás más que puntos azules y no necesitarás más. Porque no se puede pedir lo que ni siquiera sabes que existe…
lunes, 6 de octubre de 2008
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